Observo fijamente un punto en el horizonte, pasan segundos, pasan minutos, pasan horas... no estoy seguro cuanto tiempo pasa, sé que algo se pierde durante ese momento, algo fuera del mundo plano y lastimoso que solemos habitar y que quizás es completamente innecesario... si, completamente innecesario por que sé que es lo que se pierde, se pierde el sentido de la realidad, me resulta sobrecogedor pues en un segundo se desvanece todo, en un segundo estoy soñando y dejo de ser YO y empiezo a ser NOSOTROS soy cientos de personas, cientos de experiencias y cientos de ojos nuevos; incontrolablemente mis ojos se aguan.
Una eternidad en un segundo partido por la mitad infinidad de veces, lo comprendí por primera vez gracias a Murakami. He vivido demasiadas vidas, una diferente cada noche y cada vez me cuesta más trabajo separar esas vidas de la realidad y la realidad es que siento que pertenezco más en esos sueños que en este mundo y solo quiero dar un paso, un paso que cruce al sueño... el problema es que lo divide un gran abismo, y me detengo en el borde buscando un fondo... no puedo distinguir la realidad, no la quiero distinguir, distinguirla seria dejar que me gobiernen las ideas de los hombres... hombres avaros, sedientos de poder y control... no lo entienden, no entienden nada.
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