Y sé que le molesta, le molesta sobremanera que la comprenda, la vida es una creatura pre-adolescente arrogante, y mientras mas comprenda ella que yo la comprendo, más golpes lanzara tratando de desahogar su frustración y al final lo único que lograra será rendirse ante mi y llorar, la tomaré entre mis brazos y le susurraré amablemente al oído palabras de despedida.
Permaneceré sentado en un campo de fuego, con una sonrisa indiferente en la cara.
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